Seguidores

miércoles, 25 de enero de 2012


-¿Qué pasa? Estás temblando..
+Nada.. De verdad, no pasa nada...
-Conozco todas tus caras, y esta no es la mejor. Sé cuando te pasa algo y cuando no. ¿Sabes cómo sé todo eso? Pues observándote cada segundo que puedo... Cuéntame, puedes confiar en mi...
+Estoy temblando porque te quiero. No sé acercarme a ti sin morirme de la vergüenza o de los nervios. No sé caminar a tu lado sin que se me tambaleen las piernas o sin que las mariposas me revoloteen por el estómago. No sé como hablar contigo, se me hace un nudo en la garganta y las palabras no me salen. Me vuelvo tímida, mi cabeza quiere decirte muchas cosas, pero mi boca no lo consigue, se queda quieta... Y mi corazón.. Este parece que me va a salir del sitio, que va a dar un brinco hacia fuera... Cada vez que veo que te acercas, empieza a latir más rápido... Y cuando llegas junto a mi... Ahí ya no hay remedio... Ahí me derrumbo, me entran ganas de llorar por ser idiota... Si, idiota... Por no contarte todo lo que de verdad te quiero, porque lo hago y estoy enamorada de ti. Idiota por cometer errores tontos cada día y hacerte daño... Idiota también por estar diciéndote todo esto sin pensarlo apenas. Y si dejas que continúe hablando, no sé lo que puedo llegar a decir... Puede que te cuente que cada noche sueño con tus labios acercándose a los míos, tu boca recorriendo mi cuello y tus manos perdiéndose en cada recoveco de mi cuerpo... Que cada mañana me encuentro la almohada mojada de tanto llorar y me duele la cabeza... Que en todas las clases no me concentro y solo hay un único motivo, tú... Por favor, haz algo antes de que diga alguna tontería más, seguro que te parece estúpido todo lo que te estoy contando, pero es que... Necesitaba decírtelo, lo llevaba guardando mucho tiempo... Yo te quiero, de verdad... Y haría cualquier cosa por ti, por un beso tuyo... Por favor, no dejes que continúe hablando... 
Y entonces, en ese mismo instante, vi como tus brazos me rodeaban, cerré los ojos y me aventuré a la aventura de tus labios. Cuando los abrí me estabas observando. Estabas precioso... Tus ojos azules parecían llorosos y tenías los labios húmedos... 
-Todo lo que me has dicho no es ninguna tontería, yo siento todo eso y mucho más por ti, pero jamás sería capaz de expresarlo tan bien. Y no eres ninguna idiota, eres la persona más increíble que nunca he conocido... Eres preciosa, tus ojos, tu nariz, tus labios, tu cara... Eres perfecta... 
Sentí como si las mejillas me ardieran, y no podía separar la vista de sus ojos... Entonces, nos tumbamos en nuestras toallas en aquella playa desierta, a la que solíamos ir... Nos quedamos allí toda la noche, entre besos, caricias, suspiros y muchos "te quiero" que nunca olvidaré. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario